Así dice el Señor Nuestro Dios: “Hijos míos, en el principio creé la luz con el fin de eliminar las tinieblas y el caos que cubría el universo. Pero, por obra de Satanás, las tinieblas volvieron al universo; y en consecuencia los hombres y mujeres, a quienes creé a mi imagen y semejanza, se les entenebreció el alma y vivieron en pecado bajo la esclavitud de Satanás. Así que envié a mi hijo Jesús al mundo como luz para iluminar a todos para vivir una vida recta y santa.
El dijo varias veces que era la Luz del mundo y garantizó que los que le siguieran no volverían a caminar en tinieblas. A través de Él, que es luz, podéis verme a Mí, vuestro Padre, y promover una unión más estrecha conmigo como hijos propios que sois. Si os alejáis de mí, vuestro Padre, Él os mostrará el camino para que podáis volver a mí y encontrar el camino de la eternidad. Como luz, os da energía y fuerza para vivir una vida cristiana auténtica. En su luz se desvanecen Satanás y todas las tinieblas del pecado. En El, también vosotros os convertiréis en luz, sí, vino a vosotros para haceros hijos de la Luz. Si creéis en Jesús, la Luz del mundo, seréis verdaderamente los hijos de la luz.
Hijos míos, debéis rechazar toda obra de las tinieblas y brillar como lámparas ardientes y brillantes en esta generación malvada y perversa que vacila en ir a la Luz temiendo que se manifiesten sus obras infames llevadas a cabo secretamente en tinieblas.Debéis ser hijos inocentes e irreprochables de la Luz que conduzcan a muchos a la vida y a la salvación.
Hijos míos, debéis saber que todos los que no creen en Cristo, la Luz del mundo, están en su corazón en la ceguera y en la oscuridad; por eso no pueden entender o amar a los hijos de la Luz. Os odiarán y perseguirán porque vivís en la Luz. Este es un tiempo de lucha entre la luz y la oscuridad; hijos míos permaneced firmes en vuestra fe en Cristo Jesús, la Luz, estad erectos levantando vuestra cabeza, pues yo vuestro Padre y mi hijo Jesús vuestro Señor y salvador, estaremos con vosotros mediante el Espíritu Santo. Regocijaros, la victoria y el triunfo serán para los hijos de la Luz.
Como estáis en la paz y en la alegría de a Navidad, os doy un año nuevo. Este año será también un año de hambrunas, enfermedades, guerra y terrorismo y de asesinato de inocentes. Los cristianos, los seguidores auténticos de Cristo, serán perseguidos cada vez más. Hijos míos, no tengáis miedo, esta es para vosotros la oportunidad de ser verdaderos testigos de Jesús, la Luz. Sed como las vírgenes sabias de la Biblia con el corazón ardiente de amor de Cristo amándoos y ayudándoos unos a otros. Recitad en vuestro corazón el salmo. “El Señor es mi fuerza y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿a quién temeré?”
Gen 1: 3-4; 2: 27 Salm 27: 1 Is 60: 2-3 Dan 2: 22 Mt 4: 16; 5: 14-16; 25: 1-10 Jn 3: 19-20; 8: 12; 9: 5; 12: 36 Hech 26: 18 Rom 1: 21-28; 12: 11; 13: 12-13 II Cor 4: 4-6 Ef 4: 17-18; 5: 11-13 Fil 2: 15 I Tes 5: 5 I Ped 2: 9; 4: 12-14 I Jn 1: 5; 3: 8-10 Ap 3: 14-16
Ir para a página anterior