MENSAJE XI – 25 de diciembre de 2007 - Navidad Música

“OS DOY A MI HIJO”

Así dice el Señor Dios: “ Mis queridos hijos, hoy os doy a Jesús, Mi Hijo único, el mayor regalo que un padre puede dar. Porque habéis abierto vuestro corazón Él puede morar en vosotros, y a través de Él viviréis una vida llena de gracia y de significado. En Su presencia, vosotros y vuestros seres queridos saltarán y danzarán con alegría porque Él borra vuestros dolores y lágrimas. Todos los que viven una vida en buena conciencia encontrarán en Él paz y alegría.

Él ha venido al mundo para derribar las barreras del odio y de la enemistad. En Su presencia, el lobo será el invitado del cordero, el leopardo se echará con el cabrito, el ternero y el cachorro de león mirarán juntos, la vaca y el oso serán buenos vecinos, el león comerá heno como el buey, los bebés jugarán con las cobras; no habrá más terrorismo sino solamente paz. Él es el príncipe de la paz y El es Padre del mundo y sus dominios no tienen fin.

Él nace para ser un rey, y Él es siempre un Rey. Reina como un Rey sobre el pueblo con gracia y amor disipando la esclavitud del pecado y del odio; conduce a Su pueblo con rectitud y justicia eliminando la culpa del pecado. Él da la libertad perfecta, la libertad de los hijos de Dios llevándose el velo de la oscuridad y la telaraña de todas las ataduras de Satanás. Él os libera de todos los temores haciéndoos fuertes en la vida. En Él no sois débiles sino fuertes, no tenéis fracasos sino éxitos, y CON EL PODEIS HACER TODO Y SIN EL NO PODEIS HACER NADA.
Hijos Míos, quiero que edifiquéis un reino de amor sobre la tierra, seréis mis colaboradores para construir ese reino; tenéis que ser embajadores de la reconciliación,  tenéis que ser como estrellas brillantes para dispersar la oscuridad del mundo, tenéis que ser las perlas y las joyas que borren el pecado y la culpabilidad de vuestros hermanos y hermanas que os rodean, tenéis que ser los predicadores y los maestros  del amor – del amor de Dios y del amor del vecino- sí, TENEIS QUE SER EL AROMA DE CRISTO que irradie vuestro amor y santidad sobre los demás. Quiero que los cristianos, Mis hijos, seáis mis discípulos, amándoos unos a otros.

Como mi Hijo Jesús predicó en el Evangelio, vosotros también tenéis que predicar el Evangelio por todas partes; como Él sanó a la gente, vosotros tenéis que sanar a la gente, como el ayudó a los pobres, vosotros tenéis que ayudar a los pobres y a los necesitados, según Él rezó, vosotros también debéis rezar por vosotros y por los demás; como Él sufrió a causa de la justicia y de la verdad, vosotros tenéis también que sufrir; de la misma forma que Él dio Su vida por los demás, vosotros también tenéis que estar listos para dar vuestra vida por los demás, así a través de vosotros y en vosotros, Mi Hijo, brillará sobre cada uno y por todas partes y Él será el Rey de reyes y el Señor de todo, creando un nuevo cielo y una nueva tierra con un nuevo orden mundial basado en el amor, la verdad, la justicia y la equidad. Hijos Míos, no tengáis miedo, Jesús, Emmanuel está siempre con vosotros. Tened paz y alegría por el Nacimiento de Mi Hijo Jesús”.
Leed

Is 2: 4; 9: 1-6; 11: 1-10: 25: 7-8; 29: 18-19; 35: 4; 40: 1-2; 65: 17-20
Mt 1: 21-23; 5: 49; 12: 14 
Mc 12: 29-31; 14: 37-38, 62; 16: 15
Lc 1: 31-33, 41; 2: 14; 4: 18; 10: 29-37; 22: 41-46
Jn 3: 16; 5: 35; 8: 12; 13: 34-35; 18: 37 
Rom 8: 18-25; 12: 11-21 
Gal 5: 1, 13 
I Cor 3: 9 
II Cor 2: 15; 5: 16-20
Fil 2: 5-11
Col 3: 12- 17; 4: 11
I Tes 3: 9
I Ped 1: 15-16; 3: 14-15; 4: 12-16
II Ped 3: 13
I Jn 4: 7-12
Ap 3: 20; 17: 14; 19: 16; 21: 1-5


MENSAJE X – 30 de noviembre de 2007 - Adviento Música

“JESÚS VIENE”

Así dice el Señor: “Mis queridos hijos: Se que muchos creéis que Jesús vino hace 2000 años, y algunos de vosotros creéis que vendrá de nuevo, pero me pregunto cuántos de vosotros creéis que El vendrá hoy a aquellos que abren su corazón porque Él es el mismo, ayer, hoy y siempre. Quiero que seáis conscientes de esta verdad que no soy un Dios que está allá arriba esperando para juzgaros, ni es un Dios invisible ni inaccesible sino que soy un Dios que se interesa por vuestra vida en la tierra, soy vuestro Padre que os mira siempre con amor, veo en vuestra vida vuestros problemas, preocupaciones, temores y envío a Mi Hijo Jesús a vuestra vida para que podáis encontraros con El y tocarle y a través de Él y en Él encontraréis solución a vuestros problemas. El quiere estar siempre con vosotros.

Quien le vea a Él me ve a Mí, vuestro Padre, quien Le acepta me acepta a Mí quien os lo envió, quien le obedece me obedece a Mí porque Él y yo somos uno. Cuando le aceptáis a El y a Su palabra, ambos podemos morar en vosotros. Venimos para salvaros de todos los problemas y dificultades; venimos para perdonar vuestros pecados y para daros una nueva vida, venimos para sanaros y para daros la salud de alma y cuerpo.

Cuando la Palabra de Dios y el Espíritu Santo vinieron a María de Nazaret, ella concibió a Mi Hijo Jesús, el Salvador del mundo, porque ella dijo “si” a la Palabra diciendo: “He aquí la esclava del Señor”. Hoy las palabras divinas os llegan a través de la Biblia, la Palabra escrita de Dios y mediante la predicación de la Iglesia por parte de los diversos predicadores por todo el mundo. Si creéis en esas palabras y actuáis según ellas con el poder del Espíritu Santo seréis un hermano y una hermana de Mi Hijo Jesús y os convertiréis en compartidores de mi vida divina haciéndoos mis hijos y herederos.

Cuando Jesús dijo a la mujer pecadora: “No te condeno y no peques más”, ella se volvió una persona santa; cuando le dijo al paralítico, “Tus pecados te son perdonados”, él fue curado, cogió su camilla y se fue alabando a Dios; cuando dijo “quedad limpios” los leprosos fueron limpiados y curados; cuando dijo “salid”, los demonios salieron de la gente y fueron liberados de la esclavitudes de Satanás; así pues, El se llevó vuestras debilidades y enfermedades. A Su paso los ciegos recuperan la vista, los cojos andan, los leprosos se limpian, los sordos oyen, los pecadores son perdonados, los poseídos se liberan, los atormentados son liberados, los pobres son alimentados, los que sufren son consolados y los que son rechazados encuentran amor, aceptación, paz y descanso. Cuando fue a la casa de Pedro, su suegra fue sanada; en las bodas de Caná en Galilea ocurrió un milagro en Su presencia, cuando Le acogieron en su casa Zaqueo y su familia fueron salvados; cuando El entró en Jerusalén la ciudad fue salvada, cuando increpó a las tormentas y a los vientos el mar se calmó. Hoy Jesús viene al hogar de tu vida, a la carpa de tu casa para traerte la salvación.

Jesús sabe que las ciudades, pueblos y aldeas están pereciendo; sí, el mismo planeta está en peligro. Hay vendavales, tsunamis, terremotos, corrimientos de tierras, incendios e inundaciones en el planeta que he creado para el hombre; envié a Mi Hijo, sí, El viene, a ordenar y a increpar a las tormentas, lluvias y calamidades. ¡Sí, Él viene…! Abrid vuestro corazón, vuestro hogar, vuestras ciudades, pueblos y aldeas y todo el mundo a El. El os salvará y El es el que puede salvaros porque Él es el único salvador del mundo.
Sí, hijos e hijas míos, estáis en el periodo del Adviento, adviento significa llegada, es la llegada de una gran persona a vuestra vida, ES JESÚS VUESTRO SALVADOR PERSONAL Y SALVADOR DEL MUNDO. No aplacéis, no digáis en vuestro corazón “mañana”, porque mañana no está en vuestras manos, se os ha sido dado sólo dado hoy, hoy mismo abrid vuestro corazón, encontradle y aceptadle como vuestro Señor y Salvador rindiéndole todo los que sois y todo lo que tenéis.
Derribad y aplanad las colinas y montañas de vuestro orgullo y egoísmo, suavizad vuestro corazón con dulzura, docilidad, amor y generosidad eliminando los caminos ásperos de la ira, los celos, la pereza, la lujuria y la codicia; llenad los valles de vuestro corazón vacío con una experiencia del amor de Dios a través de la oración y de los sacramentos y así tener a Jesús como Salvador y Señor.

Encuéntrate con Mi Hijo Jesús entre los pobres, los malheridos, los rechazados y los oprimidos. Dad regalos y presentes no a los que os los pueden devolver, sino a los que no pueden afrontar el devolveros el regalo. Lo que hagáis por los pobres lo hacéis por Mí. Dando a los pobres generosamente, dais regalos y presentes al Niño Jesús en el pesebre. Contemplad, Yo estoy siempre con vosotros”.
Leed:

Mt 8: 17; 10: 40; 11: 5, 28-30; 14: 16-21; 21: 1-17; 25: 40 
Mc 1: 21-28; 2: 5-12; 3: 31-35 
Lc 3: 4: 6; 5: 12-16; 8: 19-21; 10: 16; 14: 12-15 
Jn 3: 16; 8: 11; 10: 30, 38; 12: 44; 14: 9, 23 
Rom 8: 17-19 
Gal 4: 4-7 
Ef 1: 3-10 
Heb 13: 8 
II Ped 1: 4 
Sant 2: 18-26 
Ap 3: 20 


MENSAJE  IX – 18 de noviembre de 2007Música

“PENSAD EN VUESTRA VIDA ETERNA”

Así dice el Señor: “Mis queridos hijos, en estos días son muchos los que siguen el estilo de vida hedonista, comiendo, bebiendo y disfrutando de la vida en este mundo, sin preocuparse de su salvación ni de la vida eterna. No quiero que os unáis a los que dicen que no hay Dios o que no hay necesidad de creer en El, ni a los que dicen que es suficiente con llevar una vida en la abundancia, en la salud, en la prosperidad aquí en la tierra y que no hay necesidad de creer en que hay una vida después de la muerte. Debéis saber que estáis hechos de barro de la tierra y que estáis en ella sólo por un periodo corto de tiempo, y que después tendréis que volver a Mi, vuestro Creador que os doy vida y aliento. Cuando volváis a Mi os pediré una relación de todo lo que hicisteis en la tierra, poco o mucho, tendréis que dar cuenta incluso de cada una de las palabras imprudentes que hayáis dicho.

Vosotros, mis elegidos, mientras que estáis en la tierra, ya sois conciudadanos con los son santos en la Jerusalén celestial mediante el Espíritu Santo en vosotros, vuestra ciudadanía está realmente en el cielo y tenéis que fijar vuestros ojos en ello y luchar por ello con esperanza. Vuestra vida aquí en la tierra es corta y temporal. Durante esta vida breve, tenéis que caminar en la fe y esperar ansiosamente la vida venidera en la gloria. Aquí podéis ver a Dios con los ojos de la fe, pero después de vuestra muerte, Le veréis cara a cara. Hijos míos, tenéis que saber que tanto si vivís o morís pertenecéis a Jesús, vuestro Salvador y Señor, que trajo la vida eterna para aquellos que creen en Él.

Mientras que estéis aquí en la tierra, tenéis que dar prioridad  a aferrarse a vuestra salvación  y a vuestra vida eterna que está en posesión de Mi Hijo Jesús a quien le he dado todo juicio. Hijos míos, debéis tener siempre el testimonio de estar en posesión de la vida eterna al poseer a Jesús, y ello debe ser el mayor tesoro por el que tenéis que estar preparados a renunciar a todo lo que tenéis, aguantar persecuciones y sufrimientos incluso hasta el punto de entregar vuestra vida.No deberíais ser insensatos entregándoos a estos placeres y comodidades mundanos satisfaciéndoos en las obras de la carne y del mundo, echando a perder la vida eterna.

Tenéis que poseer a Jesús – la vida eterna – a través de vuestra comunión y amistad con El en la Santa Eucaristía y mediante vuestra vida dirigida por las obras del Espíritu Santo. Deberíais llevar una vida de victoria, victoria sobre el pecado, Satanás y el mundo haciendo siempre la voluntad de Dios mediante vuestra fe. Almacenad tesoros en el cielo a través de la caridad y de la generosidad para con los pobres. Tu cuerpo es templo de Dios porque el Espíritu Santo mora en ti; por lo tanto ofrecer vuestro cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios; entonces vuestro cuerpo mortal se tornará en cuerpo inmortal, vuestro cuerpo en la tierra se transformará en cuerpo glorioso y espiritual. Jesús, la resurrección y la vida, resucitará vuestro cuerpo por medio del Espíritu Santo que mora en vosotros y de esta forma estaréis en la compañía de los ángeles alabando a Dios por siempre.

Hoy veo muchas anomalías, desórdenes y confusiones en el mundo debido al gran número de gente que ha perdido su fe en Dios y la vida en El.  Van sin rumbo en su vida sin ninguna esperanza en lo que ocurra en el futuro; están desesperados, desesperanzados, vacíos y pervertidos. Hijos míos, estáis creados para Mí y para Mi reino y sólo si creéis y lo buscáis vuestra vida tendrá sentido. Estaréis en paz y tendréis  alegría y prosperidad sólo si dirigís vuestra vida hacia Mi y Mi Reino. Contemplad  que estoy esperando vuestro regreso y vuestra vida en Mí.
Leed:

Gen 1: 27; 2: 7 
Tob 4: 7- 11; 12: 9
Sir 17: 1-3
Ps 8: 6-7; 14: 1; 36: 1-2
Prov 2: 4; 4: 7
Mt 6: 20-21; 12: 36-37; 13: 44-50; 25: 31-33
Mc 16: 16
Lc 6: 38; 9: 23-25
Jn 3: 16-18; 5: 25-27; 11: 25-26; 16: 33
Rom 8: 11, 18; 12: 1-2
I Cor 3: 16-17; 15: 36-58
II Cor 4: 7-18; 5: 1-10
Ef 2: 19-22
Fil 1: 20-26; 3: 20
I Tes 4: 3
II Tim 4: 6-8
Sant 5: 3-4
I Jn 3: 1-3; 5: 3-4, 11-12
Ap 7: 10-17; 22: 12


MENSAJE VIII – 15 de octubre de 2007 – Fiesta de  Santa Teresa de Ávila Música

“TODO LO QUE HAGAIS POR LOS POBRES LO HACEIS POR MI”

Así dice el Señor: “Mis queridos hijos, mi corazón se aflige cuando veo tanta gente en la tierra sufriendo pobreza material mientras que una minoría vive en el lujo y con toda clase de comodidades materiales. Siento una gran compasión por aquellos que no tienen ni comida ni bebida para calmar su hambre o su sed, por aquellos que no tienen un refugio para reclinar su cabeza y por los que están muriendo de diferentes enfermedades y que no tienen ningún medio para acceder ni a medicamentos ni a doctores. Veo tanto geográficamente como demográficamente el amplio agujero que hay entre los pobres y los ricos – dos tercios de mis hijos sobre la tierra viven bajo la pobreza mientras que la tercera parte de mis hijos viven en el lujo y en comodidades y no tienden su mano de caridad a sus hermanos y hermanas.

Yo creé este mundo para vosotros y os lo confié con todo lo que en él he creado para que pudierais cuidarlo y usarlo para vivir felices y en paz. Quiero que cultivéis la tierra para que produzcáis y cosechéis abundantemente viviendo unidos en paz y en prosperidad compartiendo y ayudándoos unos a otros guardando mi mandamiento de amaros entre vosotros. Satanás es quién ha sembrado en vuestros corazones la semilla de la autosuficiencia, el egoísmo, la dureza en el corazón, la crueldad, la maldad y la corrupción para que os alejéis de mi mandato y viváis para vosotros mismos gastando injustamente la riqueza incluso en lujos desenfrenados y egoístas, sin ocuparse de los pobres e incluso a veces explotándolos.

Envié a la tierra a Mi Hijo Jesús como vuestro Salvador y Señor para recordaros que viváis una vida según mis mandatos. Una y otra vez El os dice que todo lo que hagáis por los pobres lo hacéis por Mi y dad al prójimo en abundancia y así acumularéis tesoros en el cielo; y vuestro cielo os será medido según lo que hayáis ayudado y apoyado a los pobres. Pero vosotros ni estáis escuchando Sus palabras ni siguiéndole.

Todo el mundo se está moviendo hacia el día del juicio. Os llamo a vosotros que estáis bendecidos con la riqueza y la opulencia, tanto a nivel individual como en sociedad,  a naciones y continentes a escuchar el llanto de los pobres y a compartir vuestra riqueza con ellos, y así ganaréis amigos para que después de vuestra estancia en esta tierra seais recibidos en la felicidad eterna del reino de los cielos. Pongamos ante vosotros el ejemplo de Cristo, aunque Él era rico, se despojó de Su riqueza por vuestro bien y se hizo pobre para que os hagáis ricos a través de Su pobreza.

Cuando los discípulos de Jesús establecieron la primera comunidad cristiana, en la confraternidad de los que fueron redimidos en la nueva era, no había entre ellos personas necesitadas porque compartían sus bienes según las necesidades de cada uno. Mirad hoy a la gente que es llevada a la inanición y a la muerte a causa de las diferentes enfermedades, catástrofes, tsunamis y las miserias hechas por el hombre como las guerras y el terrorismo. Muchos no tienen medios para mantener su integridad y dignidad como seres humanos, y así algunos de ellos acaban suicidándose, matan a sus hijos en su vientre con el aborto, los más pequeños mueren sin comida y desnutridos, los niños son obligados a trabajar, e incluso algunos de ellos son vendidos por sus padres a los campamentos terroristas, niños que son vendidos a hospitales para que les extraigan y transplanten sus órganos vitales para los ricos, jóvenes desempleados y destrozados cuya vida en las drogas, el alcohol y la inmoralidad y con hurtos y crímenes. Veo muchos inmigrantes en los países ricos sin visados adecuados que trabajan, enfermos que no están asegurados y los desempleados y muchos refugiados que viven en una completa desesperación y pobreza. Mis queridos hijos, allí o aquí encontraréis Lazaros en la pobreza y en la enfermedad, gente víctima de la explotación y del trato injusto y avaricioso por parte de gente egoísta, a hambrientos, a sin hogar, a desnudos y oprimidos. Os urjo a ayudarlos viendo Mi rostro en todos ellos porque siento compasión por ellos, ellos han sido creados a mi imagen y semejanza. Os envío Mi Espíritu Santo, el Espíritu de amor para que podáis aceptar un esquema de compartir y de ser solidarios con una distribución equitativa de los bienes, aliviando el sufrimiento de los pobres.

Todo lo que sois y todo lo que tenéis se os ha dado porque os quiero, por eso tenéis la responsabilidad de darme cuando lo necesito; las necesidades y el llanto de los pobres son Mis necesidades y mi llanto. Cuando gastáis millones profusamente, en negocios, deportes, finanzas, industria y comercio recordad a los que no tienen posibilidad alguna de tener al día una comida completa, a los que se encuentran en dificultades para pagar el alquiler con sus exiguos salarios, o a aquellos a los que les es difícil educar a sus hijos o llevar al hospital a sus hijos enfermos. No estoy contra los ricos o los opulentos sino que estoy en contra de los que no ayudan a los pobres. Vuestra caridad os salvará de la muerte y expiará vuestros pecados y acumularéis tesoros en el cielo para daros vida en abundancia. No  volváis vuestro rostro ante los pobres para que yo no aparte Mi rostro ante vosotros. Ayudad a los pobres y a los necesitados según lo que tengáis, si tenéis mucho, dad mucho, si sólo tenéis poco dad incluso un poquito de ello para que podáis acumular tesoros para vosotros en la vida venidera. Miro siempre hacia abajo a la tierra para ver cuanta gente me está mostrando amor, compasión, interés y ayuda por el prójimo. Si alguno de vosotros trata mal, discrimina o explota a los pobres consideraré que se me ha hecho a Mi porque Me encontraréis siempre entre los pobres.

Los gobernantes y legisladores de las naciones opulentas deberían ayudar a los gobiernos de los países pobres para lograr el objetivo de dar comida, abrigo, medicinas y todas las necesidades básicas del ser humano para su supervivencia. No debéis olvidar vuestros deberes y responsabilidades a la hora de promulgar leyes y reglamentos a favor de los pobres controlando sus deudas, dándoles ayuda económica de la Hacienda pública para promover el bienestar de los pobres, poniendo impuestos y recargas a los ricos para distribuirlos a los pobres. Se debe prestar una especial atención y cuidado a los más pobres de entre los pobres, los inválidos y los  desfavorecidos. Deberíais saber que toda autoridad y poder procede de Mi, y que estáis obligados a seguir Mi voluntad y Mi deseo. Contemplad, Yo estoy siempre con vosotros”
Leer: 

Gen 1: 28 – 31; 2: 15
Tob 4: 7- 11; 12: 9
Mt 6: 19-21; 13: 37-39; 25: 34-40
Mc4: 15; 10: 21
Lc6: 30-38
Jn 13: 34-35; 19: 11
Hech 4: 34-35
Rom 5: 5; 13: 1
I I Cor 8: 9
Sant 2: 1- 9; 5: 1-6
I Ped 3: 8-9; 4: 8-10
I Jn 3: 11-18 


MENSAJE VII – 28 de agosto de 2007 – Festividad de San Agustín Música

“SALVAD LA TIERRA QUE HE CREADO PARA VOSOTROS”

Así dice el Señor Dios: “Hijos míos, se que muchos de vosotros estáis asustados y aterrados viendo los repentinos cambios de clima y de las estaciones, con calamidades en varias partes del mundo como inundaciones, sequías, incendios, terremotos y tsunamis. Deberíais saber que cuando creé la tierra y el universo y todo lo que hay en ella, fue bueno. Lo creé para vosotros hijos míos, para que pudierais vivir felices y prósperos amándome sobre todo y en todas las cosas, y amándoos unos a otros como hermanos y hermanas. Os he dado suficiente y más recursos sobre la tierra a quienes os he creado a mi imagen y semejanza, para que todos vosotros tuvierais sustento.

Pero es triste que la codicia y el egoísmo, junto con la negligencia y el espíritu de competición y consumismo están destruyendo la tierra y a sus magníficas criaturas. Veo que muchas especies de animales, aves, peces y plantas que he creado para vosotros están ya extintas o en camino de extinción. Estáis recalentando el planeta con la continua combustión de combustibles fósiles; vuestras industrias, las corporaciones petrolíferas y las compañías mineras están contaminando el medio ambiente con nubes de humo y con emisiones de gases que generan un sello alrededor del planeta que impide que el calor salga hacia el espacio. La radiación de las diversas pruebas y explosiones nucleares y de las bombas de hidrógeno está cubriendo la atmósfera. Incluso están en juego el equilibrio y la proporción de dióxido de carbono y de oxígeno que os ayudan a respirar en vuestra vida. Bloques enormes del Ártico y del Antártico se están escindiendo y derritiendo. Dado el incremento de la temperatura hay olas de calor, incendios en los bosques, sequías, tormentas violentas que originan el aumento del nivel del mar, inviernos gélidos, veranos achicharrantes, desprendimientos de tierras etc.

Es necesario voluntad política, un cambio de estilo y un cambio del comportamiento corporativo para invertir este proceso. Vosotros, hijos míos, los seguidores Mi Hijo Cristo, tenéis una responsabilidad especial por mi creación, el reflejo de mi imagen, para preservar su integridad, para proteger y salvar a los seres humanos y a todas las demás criaturas vivientes.

Además y por encima de todo lo que expliqué, la tierra está contaminada por los pecados de mis hijos. Los llantos dolorosos de los niños inocentes asesinados en el vientre de sus madres con el aborto, la sangría de gente en guerras injustas, la tiranía y el terrorismo, los sollozos y las lágrimas de los niños abusados sexualmente, las mujeres violadas y maltratadas, los pobres explotados y discriminados se están levantando hacia mi desde la tierra pidiendo venganza; y la venganza es mía. Mi corazón se aflige con vuestro incumplimiento de los mandamientos, con la maldad y los comportamientos desagradables entre vosotros, con la infidelidad a los votos tomados para vuestra vida religiosa y matrimonial, con los comportamientos antinaturales y perversos que conducen a la degradación de vuestro cuerpo que es templo del Espíritu Santo; con vuestra codicia, malicia, envidia, egoísmo, traición, rivalidad, rencor etc. La peste y la mugre que emiten vuestros pecados son una carga más pesada para la tierra que el humo y el calor que desprenden las máquinas y las fábricas.

Hijos míos, ¡para que haya un cambio en el medio ambiente de la tierra es necesario un cambio en el corazón! Tienen que practicarse los principios morales de la vida como la pureza de corazón, el amor e interés por el vecino, el espíritu de ayuda a los pobres y a los rechazados, la justicia para todos, etc. El cerrar vuestros ojos con respecto a las precarias necesidades de hoy para proteger y preservar la integridad de la tierra y su naturaleza o guardar silencio puede ser un gran pecado. Incluso la adopción de medidas pequeñas como apagar aparatos electrónicos que no se usan, controlar el uso de gasolina o diesel conduciendo menos y andando más, reciclando y reusando cosas, buscar más las cosas naturales en lugar de los materiales sintéticos y artificiales, plantar más árboles y vegetación pueden provenir solamente de un corazón y actitud nuevos que sólo pueden ser dados por el Espíritu Santo. Lava los  pecados de tu corazón en la sangre de Mi Hijo Jesús y saca a relucir un nuevo yo llenándote del Espíritu Santo.

Dejad que quienes están en negocios y comerciando se preocupen más de la gente, de sus conciudadanos y de su buena salud más que de su beneficio, PERMITID QUE VUESTRA VIDA SEA CONDUCIDA POR LA NECESIDAD MAS QUE POR LA CODICIA, y dejad que la ley del amor y el servicio a vuestro vecino prevalezca en vuestro corazón. Dejad que los que gobiernan las naciones se liberen del egoísmo y de la corrupción y permitid que su amor por la humanidad y por la justicia fluya como un río. Permitid que las superpotencias y las naciones nuclearizadas detengan los experimentos con sus armas ya sea en tierra  o en bajo el mar y dehaceros de todas las bombas de hidrógeno y las nucleares que pueden destruir todas las criaturas que viven en la tierra, y en su lugar gastad y usad su riqueza para promover obras de caridad para sostener la vida de los pobres y de los oprimidos. Dejad que los líderes religiosos proclamen la palabra de Dios y que promuevan la justicia, el amor, la paz y el servicio e instruyan a la gente para que vivan amigablemente como hermanos y hermanas.

Si prestáis atención a mis palabras, superaréis las amenazas de los avisos globales y otra vez, podréis vivir una vida confortable, segura, feliz y próspera en este planeta que he creado para vosotros. Hijos míos, prestad atención en guardar mis mandamientos y estatutos para que podáis vivir bien. No tengáis miedo, Yo estoy siempre con vosotros.
Leed: 

Gen 1: 24 – 30; 4: 10; 6: 5-7 
Lev 19: 18 
Deut 32: 35 
Sab 12: 3-6 
Is 5:  8- 20; 24: 5-6 
Ez 16: 23-43; 36: 26-30 
Os 4: 1-3 
Am 5: 7-17; 8: 4-12 
Mt 5: 38-48; 22: 37-40 
Rom 1: 28; 12: 19; 13: 8-10 
I Cor 3: 16-17; 13: 1-13 
Gal 5: 13- 17 
Ef 4: 15-16, 25-32; 5: 1-5 
Col 3: 5-15 
Heb 9: 14; 10: 30 
Sant 1: 22-33; 2: 8, 14-26 
I Ped 3: 8-9; 4: 7-11 
I Jn 2: 7-11; 4: 7-21 
Judas 1: 7 
Ap : 21: 5 


MENSAJE VI – 15 de junio de 2007 – Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús Música

“CONTEMPLAD MI CORAZON COMPASIVO”

Así dice el Jesús, el Señor: “Mis queridos amigos, he expresado Mi más grande amor por vosotros cuando permití que Mi corazón fuese quebrado y atravesado por la espada de un soldado. Estoy seguro que en vida nadie nunca quebró su corazón para expresar su amor por vosotros aunque alguno de  haya dicho “sois mi dulce corazón, me doy por vosotros, sois míos por siempre, etc.”, pero en el Calvario abrí literalmente Mi corazón para vosotros, para recibiros en Mi corazón y así experimentéis Mi amor que va más allá de cualquier amor en la tierra humano o natural.

Mi corazón es compasivo y un corazón que se enternece ante la miseria de Mi pueblo. De la misma forma que mostré Mi compasión a aquellos que no tenían pan, a los ciegos, sordos, mudos y cojos, a los que habían sido heridos y rechazados y extraviados como ovejas sin pastor, e incluso a la viuda de Naín que perdió a su único hijo, TAMBIEN HOY  fluyen de Mi corazón, Mi compasión, misericordia y amor a los enfermos y a los sanos, a los pobres y a los ricos, a los santos y a los pecadores y asimismo a los justos y a los perversos.

En Mi corazón conozco los sentimientos de rechazo, aflicción, penas y dolores de esos hijos abandonados y heridos por sus propios padres, conozco las heridas y los dolores de los divorciados que no son amados y rechazados por sus compañeros en la vida, por sus hijos e incluso por la Iglesia, conozco las miserias y los padecimientos de los que en la sociedad son perseguidos, discriminados y explotados a causa de la raza, religión o color, e incluso conozco las heridas y los sentimientos de culpabilidad de aquellos que han cometidos pecados graves, y conozco el llanto de la gente pobre materialmente que no tiene alimento, vestido o refugio. Conozco la amargura y la pena de los que han perdido a sus seres queridos ya sea por fallecimiento, suicido, secuestro, etc., ABRO MI CORAZON PARA TODOS VOSOTROS, mi querido pueblo para que podáis encontrar en Mí amor, paz, alegría, consolación, fuerza, solución a todos vuestros problemas y bendiciones para vuestra vida. Si en vuestra vida sois rechazados o no amados por alguien, acudid a Mi corazón y encontrad Mi amor siempre vivo e imperecedero hacia vosotros.

Soy Yo quien os ha formado en el vientre de vuestra madre con Mis manos; soy Yo quien os ha creado a Mi imagen y semejanza, soy Yo quien os ha insuflado Mi aliento sobre vosotros, soy Yo quien formó vuestros oídos y ojos, manos y piés, soy Yo quien os dio el color y la estatura, sí, no hay nadie como tú en la tierra, sois únicos, preciosos, especiales y gloriosos para Mis ojos, ningún otro os puede sustituir, sois míos para siempre. Si venís a Mí y permanecéis en Mí nunca os rechazaré y encontraréis significado y realización en vuestra vida.

La sangre que fluye de Mi corazón os lavará, limpiará y os hace nuevos seres dándoos un corazón nuevo y una vida nueva. El agua viva, el Espíritu Santo que fluye desde Mi corazón os llenará con el poder y la gracia trayendo todas las bendiciones que necesitáis para vuestra vida. El Espíritu es quien sana las heridas de vuestro corazón, aparta las barreras que os separan de Dios y del cielo, y que os dividen a unos de los otros y a la vez, restaura la alegría y el amor del Padre y la unidad fraternal. Mis queridos amigos, sois un pueblo consagrado, separados por Mi corazón para ser mi pueblo especialmente bienamado. Experimentaréis la misericordia inconmensurable y el amor de Mi corazón en el altar de la Eucaristía cuando el sacerdote dice: “este es mi cuerpo y esta es mi sangre”.
Mi corazón roto expresa Mi pena y dolor por los que no cumplen los mandamientos y continúan con una vida en pecado. Cuando estáis en pecado, Mi corazón se aflige y se parte; y cuando no os arrepentís o no cambiáis de camino Me estáis re-crucificando y agujereando Mi corazón con la espada de vuestros pecados. A todos los que pecan les pregunto la misma cuestión que le pregunté a Pablo de Tarso “¿por qué me persigues?. Pero si escucháis Mi voz y regresáis a Mi corazón , encontraréis mi amor y misericordia imperecederos que fluirán en vuestra vida, perdonando todos vuestros pecados y eliminando todas las consecuencias de vuestros pecados.

No me complazco por la muerte de un pecador sino más bien me regocijo cuando se aleja de los malos caminos. Si no cambiáis vuestro camino,  cosecharéis el fruto de vuestros pecados e iniquidades, y no digáis entonces: “Señor, tus caminos no eran buenos, ¿porqué los infortunios y desastres sobre nosotros?”, entonces si examináis vuestra conciencia veréis que vuestras obras malas os traen maldiciones. Cuando los malvados se aparten de su maldad y comiencen a vivir una vida justa, entonces comprenderán que Mis caminos son justos y buenos y alabarán Mi nombre por siempre y ellos mismos detestarán sus pecados y abominaciones, y se avergonzarán de su mala conducta pasada, y decidirán conservar su corazón en Mi corazón recibiendo todas las virtudes y el carácter de Mi vida. Ellos verán entonces las compuertas del cielo abriéndose sobre ellos mostrando bendiciones abundantes tanto espirituales como materiales. Así pues, amigos Míos, levantad siempre la vista hacia Mi corazón herido por vosotros, y rindiendo vuestra vida a Mi corazón, experimentaréis diariamente Mi gran amor por vosotros. Contemplad que Yo estoy siempre con vosotros”.
Leed: 

Gen 1: 27; 2: 7; 6: 6
II Mac 7: 22-23, 27
Sal 33: 6
Is 43: 1-4; 44: 1-2; 49: 15-16
Ez 19: 21-32; 33: 17–20; 36: 26-31
Mt 9: 35-38; 11: 5, 28; 14: 14 
Mc 1: 32-34; 8: 1-3; 14: 22-24 
Lc 4: 18, 38-41; 7: 11-17; 15: 7, 10, 32 
Jn 7: 37-39; 15: 1-7, 13; 19: 34 
Hech 3: 19-20; 9: 4 
Rom 5: 8-10; 8: 28-39; 12: 1-2
I Cor 6: 11; 8: 12 
II Cor 5: 6-10, 21; 7: 1 
Gal 3: 13; 5: 22-26; 6: 7-10
Ef 1: 3-10; 2: 13-22; 3: 14-19
Col 2: 9-15 
I Tim 1: 12-17
Heb 6: 6; 9: 13-14; 10: 10-17


MENSAJE V – 27  de mayo – Pentecostés 2007 Música

“CONVERTÍOS EN PAN PARA AQUELLOS QUE ESTAN HAMBRIENTOS“

Así dice Jesús el Señor: “Mis queridos amigos, envío Mi Espíritu sobre vosotros como os he prometido, el Espíritu es el que os permite llamar a Mi Padre vuestro Padre, el Espíritu es el que os une a todos en un cuerpo, el Espíritu de la verdad es el que conduce a la plenitud de la verdad, el Espíritu es el que os guía en vuestra vida diaria con sabiduría y agradecimiento, es el Espíritu de Santidad que os conserva creciendo en santidad de vida, es el Espíritu de poder y de gracia para guardaros seguros y protegidos de todos vuestros enemigos, es el Espíritu de dones y carismas que os ayudará a ser Mis testigos poderosos para ser buenos y hacer siempre el bien y por tanto para construir Mi reino en la tierra.

Mi Espíritu como persona y como poder se hace manifiesto en las oraciones y en los sacramentos de Mi Iglesia, y no es algo ni escondido ni oculto según lo que explican los gurús y los maestros de la Nueva Era y los esotéricos. Mi Espíritu ni es el espíritu cósmico ni el espíritu universal del que se habla y se usa en todos los ámbitos de la vida, incluso en alimentos, medicinas etc. el cual es el espíritu del enemigo, el diablo, que puede incluso aparecerse como un ángel haciendo obras poderosas. Mi Espíritu impregna todo el universo porque lo creé a través de Mi Espíritu y a todas las cosas que hay en él, nada se origina sin Mi Espíritu y nada se oculta a Mi Espíritu.”

Mi Espíritu os hace hijos de Dios y nunca os puede hacer dioses, ninguna criatura se puede convertir en Dios, ni siquiera Mi Madre y vuestra madre María, que recibió el Espíritu Santo en plenitud permaneció siempre como una criatura, por supuesto con excelencia en santidad y con el favor de Dios pues era la más inmaculada y llena de gracia. Mi querido pueblo, no seáis engañados por esas enseñanzas que dicen que vuestro espíritu puede llegar a ser uno con el espíritu universal cósmico y por tanto ¡podéis ser dioses! Mi Espíritu os santifica, fortalece y os trae más cerca de Mí y de Mi Padre,  y de esta forma os convertís en templos de Dios pero nunca os podéis convertir  en Yo o en Mi Padre como Yo y Mi Padre somos uno.

Hoy os doy Mi Espíritu para que podáis ser mis testigos. He encontrado muchos enseñantes y predicadores en Mi Iglesia pero sólo unos pocos testigos, os estoy dando Mi Espíritu para haceros pensar, hablar y comportarse como Yo en todas las cosas y en todas partes para que a través de vosotros el mundo pueda reconocer y aceptar el amor, la vida y la salvación que Yo he traído a este mundo. Os doy los dones y carismas de Mi Espíritu para que podáis perdonar los pecados de los demás, para confortar y consolar a los rechazados y a los que están rotos por el dolor, para sanar a los que están enfermos de espíritu y de cuerpo, para fortalecer a los que son débiles y para sostener a los pobres y a los oprimidos como a la buena samaritana en la Biblia.

A través de Mi Espíritu os convertiréis en pan para los que tienen hambre y están famélicos - ya sea dando vida y salvación a los que son espiritualmente pobres mediante la evangelización, o dando vuestra propia comida, ropa y dinero a los pobres materialmente. Quizá tendríais que vaciaros a vosotros mismos, de lo que tenéis y convertiros en pobres para aquellos que están apesadumbrados y hambrientos como yo que Me volví pobre por vuestra causa, aunque era rico, para que podáis haceros ricos en Mí. Al identificaros con los pobres y los que sufren en el mundo y aliviando su pobreza y sufrimientos seréis mis testigos y mis discípulos.

Mi corazón se aflige con el aumento del agujero entre los ricos y los pobres. ¿Cómo pueden Mis seguidores y discípulos vivir en lujo y confort con todos los placeres posibles materiales y mundanos mientras la mayoría de Mis hijos no tienen los requerimientos básicos y mínimos para su vida?, algunos de ellos incuso muriéndose de hambre y otros en una completa decepción terminando su vida en el suicidio. Pueblo mío, estando llenos del Espíritu Santo en este Pentecostés id hacia adelante con valor haciendo el bien como Yo lo hice cuando fui ungido por el Espíritu Santo en el río Jordán.

Quiero que seáis Mis testigos de la verdad, justicia y amor en este mundo que está luchando en medio de la corrupción, de la injusticia y la explotación. Quiero que seáis defensores de la vida en un mundo que propaga el asesinato de niños inocentes en el vientre de sus madres mediante el aborto, experimentos e investigaciones con embriones y fetos en laboratorios y que mata con la eutanasia. Vosotros, pueblo Mío, debéis denfender y enseñar los principios morales del sexo y de la vida matrimonial en un mundo que está saturado de inmoralidad, perversión sexual con un gran incremento de niños nacidos de madres no deseadas, y de divorcios y separaciones en la vida matrimonial. Mis queridos amigos, vosotros sois un regalo para Mi Padre, os quiero, Yo estaré con vosotros siempre para que seais Mis testigos y guerreros para luchar un buen combate”
Leed: 

Gen 1: 2, 27-28; 2: 7
Salmo 33: 6; 139: 7-16
Sab 12 : 3-6
Ez 36: 23-36
Amos 8: 11-12
Joel 3: 1-5
Mt 11: 28; 12: 28-29; 19: 21-24; 24: 23-24 
Mc 1: 32-34; 3: 27; 6: 13; 8: 1-9; 16: 17-18 
Lc 1: 28-38; 3: 10-14; 9: 41; 10: 29-37; 24: 49
Jn 15: 14: 16-20; 15: 26-27; 16: 8-15; 17: 22-24
Hech 1: 5-8; 2: 1-21, 40; 10: 38
Rom 8: 14-17, 26 
I Cor 3: 16-17; 6: 19-20; 8: 1-6
II Cor 8: 9; 11: 14-15
Gal 4: 4-6; 5: 22-23
Ef 5: 3-5 
Col 2: 8; 3: 18-21
Fil 2: 5-8, 15 
I Tes 4: 7-8
I Tim 4: 1-2
II Tim 4: 3-4
I Jn 4: 4; 5: 19 



MENSAJE IV – 8 de abril 2007 –  Domingo de ResurrecciónMúsica

“ESTAIS RESUCITADOS CON CRISTO”

Así dice Jesús el Señor: ”Mis queridos amigos, He resucitado de la muerte y estoy viviendo entre vosotros para reuniros y presentaros a Dios, vuestro Padre y Mi Padre, en el cielo. Por vuestra vida cristiana auténtica a través del Espíritu Santo, habéis ya resucitado Conmigo aunque viváis en este mundo.

En el bautismo fuisteis enterrados Conmigo y moristeis al pecado, y a través de Mí y en Mí vivís para Dios, y en la novedad de vuestra vida estáis ya compartiendo la vida divina con todos los santos y ángeles en toda su gloria y honor. El Espíritu Santo que Me resucitó de la muerte os mantendrá continuamente en la experiencia de la resurrección morando en vuestro corazón.

Estáis salvados, amigos míos, no con dinero u oro, ni con esfuerzos humanos ni con fuerza sino con Mi sangre derramada en la Cruz. Por tanto sois Mi propio pueblo, estáis llamados a anunciar alabanzas a El, quien os llamó de las tinieblas a Su luz maravillosa. Debéis de ser la luz del mundo que alumbra el corazón de la gente con Mi Evangelio de salvación guiándolos desde las tinieblas a la luz, de la ignorancia a la sabiduría y de la falsedad a la verdad. Quiero que viváis una vida digna de vuestra llamada para que a través de vosotros se unan muchos a la hermandad de los salvados.

En vuestra vida de testigos, no estaréis solos. Yo estaré allí con vosotros para librar un buen combate, Conmigo saldréis victoriosos siempre, sin Mí fracasaréis, Conmigo lo podéis hacer todo y sin Mí no podéis hacer nada. Tendréis sufrimientos en el mundo, pero saldréis victoriosos de ellos con Mi poder así como Yo los vencí todos. Deberíais saber que no pertenecéis al mundo aunque viváis en este mundo, vuestra ciudadanía es Conmigo en el cielo. Porque vivís una vida en Mi, seréis perseguidos, tendréis sufrimientos pero recordad que Yo he sufrido por vosotros y que estaré con vosotros siempre dándoos gracia y poder. Tomad el casco de la salvación, la espada del Espíritu, que es la Palabra de Dios, y agarraros a la fe como un escudo para que podáis  destruir todas las estrategias del enemigo y para que nada os haga daño. Vosotros sois un pueblo resucitado, un pueblo elegido y os amo como Mi propiedad. Regocijaros siempre en Mí, contemplad que estoy con vosotros”
Leed: 

Mt 5: 14-16; 28: 20 
Mk 13: 9-13 
Lk 21: 12-19 
Jn 15: 7-9, 18-21; 16: 1-3, 33 
Rom 6: 4-14; 8: 11-13 
Eph 4: 22-24; 6: 16-17
Col 3: 1-3 
Phil 3: 20; 4: 4 
I Pet 1: 6-7, 18-19; 2: 9 
II Pet 1: 4-6


MENSAJE III – 5 de abril de 2007 – Jueves Santo Música

“CONTEMPLAD, YO ESTOY SIEMPRE VON VOSOTROS”

Así dice el Señor Jesús: “Mis queridos amigos, incluso desde la creación del mundo Yo quería estar con los seres humanos a quienes creé a Mi imagen divina y semejanza. Dejando de lado Mis derechos divinos y prerrogativas, me convertí en hombre para hacer Mi casa con vosotros y para haceros Mis amigos, para daros como hijos de Dios una participación en todas las heredades divinas. Continúo permaneciendo en medio de vosotros en el sacramento de la Eucaristía en donde podéis ver Mi rostro, y tocarme para recibir Mi fuerza y gracia, y poder convertiros en uno Conmigo al comer Mi cuerpo y beber mi sangre.

Mi gran amor por vosotros es lo que me ha permitido estar presente de la forma más sencilla y humilde, en un trozo de pan y en unas gotas de vino. Se que es muy difícil para vosotros entender y creer que estoy presente en la Eucaristía cuando el sacerdote, por el poder de la Palabra y del Espíritu dice: “este es mi cuerpo y esta es mi sangre”. Solamente si conocéis el significado del AMOR, podéis comprender hasta que extremo de humillación y de autonegación se puede llegar en busca del bienamado. Amigos míos, Mi amor es el que Me impulsó a llevar todos vuestros pecados, iniquidades y maldiciones sobre Mi cuerpo, y a morir en la Cruz como un criminal derramando incluso hasta la última gota de Mi sangre. Si, me convertí en pecado por vosotros, pueblo Mío, aunque no conocía el pecado; Yo me convertí en una maldición para vosotros aunque no había maldiciones sobre Mí, ¡En Mi amor por vosotros me volví contra mi mismo y rendí Mi vida por vosotros! Os estoy esperando en la mesa Eucarística y en el sagrario para que podáis venir a Mí para obtener todas las bendiciones que traje al mundo.

Venid a Mí con esperanza, si estáis agobiados y cansados encontraréis paz y consuelo en Mi presencia, tocadme con fe y encontraréis la sanación de vuestra alma y cuerpo, y poned vuestra vida y la vida de vuestros cercanos en Mi corazón que está abierto completamente para vosotros para aceptaros y para amaros. En Mi presencia en la Eucaristía, en donde estoy presente realmente en cuerpo y en sangre, encontraréis la experiencia de una paz profunda y de una gran alegría en el alma, y meditando en mi autodegradación y abandono seréis capaces de autovaciaros de vuestro orgullo, vanidad, arrogancia, santurronería y egoísmo y de rendiros a Mi y a Mi sagrada voluntad encontrando soluciones a todos vuestros problemas.

Cuando estáis en Mi presencia siempre amorosa, oiréis Mi voz, Mi voz de consolación y de ánimo, voz de consejo  y de correcciones, y voz de poder y de gracia. En la presencia de Mi cuerpo y sangre, experimentaréis un flujo de Mi amor interminable fluyendo en vosotros llevándose vuestra tristeza, miedos, rechazos y sanando vuestras heridas interiores; y en lo más recóndito de vuestro corazón Me oiréis llamándoos por vuestro nombre, manteniéndoos cerca de Mi corazón.

No hay condena para los que viven en Mí a través de la comunión de Mi cuerpo y sangre en la Eucaristía. Yo los resucitaré en el último día y estarán a Mi lado derecho en el día del juicio y los sentaré Conmigo en el banquete celestial.

Mi querido pueblo, veo que muchos de vosotros estáis afligidos viendo la vida pecaminosa de muchos en vuestra familia y en la Iglesia. Os imploro a que los llevéis a todos a Mi presencia viva en la Eucaristía para que puedan encontrar la conversión y una nueva vida en Mí. Se que muchos de vosotros estáis impactados o escandalizados por la vida de pecado de alguno de mis sacerdotes a quienes llamé a Mi servicio como Mis representantes en la tierra para levantar sus manos y perdonar los pecados, para ordenarle a Satanás que se vaya, para sanar a los enfermos, para bendecir a la gente y sobretodo para llevar Mi presencia viva en medio de la gente por medio de la celebración de la Santa Misa. ¡Yo también estoy afligido de todos los sacerdotes que tratan con Mi cuerpo y sangre con manos y corazones en pecado! Queridos y bienamados amigos, llevadlos a todos a Mi presencia viva y poderosa en la Eucaristía para que les muestre Mi infinita misericordia sobre ellos y vuelvan sus corazones hacia la santidad y la verdad. Día y noche, en todas partes en todos los sagrarios del mundo estoy esperando con paciencia, con lágrimas como oraciones y súplicas como en Getsemaní, que Mis seguidores y todos los que creen en Mí sean protegidos de Satanás, el mundo y el pecado, sean santos como Yo soy santo, sean uno como Yo y Mi Padre somos uno. Quiero que Mi Iglesia, los hermanos de Mis elegidos sean santificados por medio de Mi santificación y mediante la Iglesia, Mi cuerpo, todo el mundo. Contemplad, Yo moro en vosotros, en vuestras familias, en la Iglesia y en el mundo entero mediante el Cuerpo y la Sangre en la Eucaristía.
Leed

Gen 1: 27
Is 49: 15-16; 53: 4-7
Mt 11: 28; 25: 31-33; 26: 26-29; 27: 38-44 
Mc 1: 32-34 
Lc 6: 17-19; 8: 43-47; 15: 20-32; 22: 40-42
Jn 1: 2-3; 3: 16; 6: 54-58; 7: 32-39; 15: 13-15; 16: 9: 24; 19: 34
Rom 8: 1 
I Cor 11; 23-26 
II Cor 5: 21 
Gal 3: 13 
Fil 2: 5-7 
II Tim 3: 16-17
Heb 1: 2; 5: 7
I Ped 1: 15-16; 2: 24
I Jn 3: 1-3 

El P. James celebró Misa en el Cenáculo, lugar en donde Jesús celebró la Última Cena


Mensaje II – 1 de abril de 2007 – Domingo de Ramos Música

"CONTEMPLAD QUE LIMPIO EL TEMPLO QUE SOIS"

Así dice el Señor: “Mis queridos hijos, celebramos hoy la entrada solemne de Jesús en el templo de Jerusalén. El está vivo y entra ahora en el templo que sois. Es el tiempo en el que os tenéis que preguntar si habéis hecho del templo un lugar de mercado o una guarida de ladrones, o habéis hecho el templo santo en donde en soledad y en oración os encontráis diariamente con Dios. El murió en la Cruz y derramó toda su sangre para limpiar el templo que sois, para que todo honor, gloria y alabanza por parte vuestra la hagáis llegar a Mí.

Tengo un amor personal por cada uno de vosotros y Mi corazón arde de amor por vosotros. Mi amor por vosotros es tan grande que incluso envié a Mi único hijo, no sólo como ser humano sino como chivo expiatorio, para llevarse todos vuestros pecados e iniquidades, y liberaros del reino de Satanás  y de la oscuridad, para que podáis vivir una vida en santidad y en verdad según mi voluntad. Cuando veo que muchos de vosotros vivís en pecado y en la oscuridad bajo el poder de Satanás, Mi cólera también arde en Mi corazón. Quiero que viváis en la luz que mostró mi Hijo y no que viváis en la oscuridad la cual es el medio del enemigo Satanás, quién os conduce al infierno y a la condenación eterna. Los que siguen a Jesús no caminan en la oscuridad sino que tienen la luz de vida.

Quiero que conservéis vuestra mente y cuerpo limpios y santos, No complazcáis a vuestro cuerpo con  la fornicación, homosexualidad, adulterio y todas las formas de inmoralidad que son perversiones morales y que infectan al mundo entero llevándolo hacia una total degradación y destrucción de la sociedad humana. No olvidéis hijos míos, los sucesos de Sodoma y Gomorra, las ciudades más bellas y ricas de aquel timepo; las destruí completamente a causa de su vida inmoral especialmente por la homosexualidad. Odio que el hombre y hombre o mujer y mujer se presenten juntos como maridos y mujeres para disfrute sexual y placer, y aviso a los líderes de esas naciones que aprueban y promueven tales uniones y las reconocen como legales. Yo soy un padre amoroso que está presto para perdonar y mostrar la misericordia a miles de generaciones pero Conmigo está la cólera y el castigo: amor y misericordia para todos los que obedecen Mis palabras y mandamientos, y cólera y castigo para los que Me desobedecen.

Enviaré calamidades y destrucciones como sequías, inundaciones, terremotos y huracanes sobre las naciones que reconozcan y legalicen las uniones homosexuales y lesbianas, y romperé y volcaré todos sus planes para el bien y la prosperidad de las naciones; y permitiré a la gente de las naciones perecer y a los enemigos de las naciones derrotarlas y superarlas. Hijos míos, Yo os amo, no quiero que seáis destruidos sino que viváis en paz y en prosperidad, esto es por lo que envié a Mi Hijo Jesús en quién podéis encontrar el perdón y la expiación de vuestros pecados, y encontrar el camino hacia lo justo, la santificación y la redención. El viene y llama a la puerta de vuestro corazón y si abrís vuestro corazón, El entrará en él para limpiaros y santificaros. Encontrad a Jesús en vosotros que sois templos a través de Su Espíritu, hacedle el Señor de vuestra vida entregándole todo lo que sois y todo lo que tenéis, haced una amistad personal con Él, caminad con Él en la justicia, paz y en la alegría del Espíritu Santo, y entonces seguramente a través de El vendréis a Mi y a Mi morada en donde os espero para daros la corona de la victoria y la herencia guardada desde toda la eternidad para aquellos que Le siguen.
Cuando Jesús entró en le templo de Jerusalén Le gritaban “alabanzas, hosanna, y aleluya” rememorando las muchas bendiciones que de El habían recibido. Así también, cuando alabáis a Dios en vuestro corazón y Le dais gracias por todo lo que de El habéis recibido, experimentaréis Mi presencia junto a la de Mi Hijo en el Espíritu porque Dios mora entre las alabanzas de Su pueblo. La oración de alabanza y acción de gracias nos complacen a Mi y a mi Hijo, rezad y alabad siempre en espíritu y en verdad.

La gente que gritaba alabanzas a Jesús, en unas horas se volvieron en Su contra y gritaban en alto “crucifícale” olvidando todos los favores que recibieron de El. Cuando hacéis el bien a los demás, no esperéis de vuelta nada a cambio, ni siquiera las gracias, entonces seréis recompensados en el cielo. No confiéis o pretendáis alabanzas de la gente que os admire con palabras de amor y alabanza cuando sois buenos con ellos o les hacéis el bien, la misma gente puede volverse en contra vuestra y decir toda clase de maldades en vuestra contra y calumniaros y dañar vuestro nombre y reputación cuando no satisfacéis todas sus demandas.

Cuando la gente habla bien de vosotros y os alaba por lo que hacéis, recordad que vuestra bondad y actos buenos no son vuestros, sino que los habéis recibido de Mi, por tanto dadle toda la alabanza y gloria al Señor Todopoderoso quien es bueno y hace todas las cosas buenas para Sus hijos. Pretended siempre Mi amor, aprecio y alabanzas en vosotros en todo lo que hacéis, entonces podré decir “eres Mi hijo/a bienamado/a, en ti me complazco”. Mis queridos hijos, cuando sois buenos o cuando sois capaces de llevar a cabo buenas obras debéis tener la humildad y sencillez de corazón y decir “hemos hecho lo que estamos obligados a hacer, hemos hecho el bien a través de la bondad de Dios, así pues alabamos a Dios” Contemplad que Mi Hijo va con vosotros adondequiera que estéis, ¡regocijaros en El!.
Leed: 

Ex 20: 14, 17
Lev 16: 20–28, 18: 22-23; 20: 13; 26: 14-46
Deut 28: 15-68
Sir 5: 1-10
Is 5: 20
Jer 5: 23-31
Ez 7: 10-17; 16: 6-43; 18: 21-23
Mt 3: 17 
Mc 11: 1-11 
Lc 6: 31-33; 19: 29-39; 17: 7-10 
Jn 2: 13-21; 3: 16; 4: 24; 5: 41-44; 8: 12; 14: 6; 17: 20-24
Rom 1: 18; 8: 17; 12: 1-2; 13: 11-14; 14: 17
I Cor 1: 30; 3: 16-17; 6: 19-20
II Cor 3: 17-18
Gal 4: 4-6 
Ef 6: 18 
Fil 2: 5-11; 3: 3, 20-21; 4: 19
I Tim 6: 14-16
II Tim 4: 6-8
I Tss 4: 3; 5: 1-11, 17-18
Heb 9: 22
I Jn 1: 5-10 
Ap 3: 20; 7: 9-17


MENSAJE 1. 21de  febrero de 2007 - Miércoles de Ceniza Música

“EXPLOTAD LA BOMBA DEL AMOR Y TRAED UNA REVOLUCIÓN”

Así dice el Señor, “Mis queridos hijos, una vez más, en este santo tiempo de cuaresma, os ha llegado el momento de encontrar poder y gracia en la pasión y muerte de mi hijo Jesús. Mi amor por vosotros es tan grande que entregué la vida de mi propio Hijo para vuestra salvación. Por lo tanto, afirmar vuestra fe en El y aceptarle a El como vuestro Salvador personal y Señor, de manera que encontréis la salvación en El. Creyendo en El, la puerta del cielo que estaba cerrada por el pecado, será abierta para vosotros;  el peso de los pecados quedará borrado obteniendo la verdadera libertad de los Hijos de Dios; serán eliminadas las maldiciones del pecado trayendo muchas bendiciones para vosotros y para vuestras familias y naciones; el yugo de la esclavitud del reino de Satanás y de la oscuridad serán rotos conduciéndoos al reino de Dios donde obtendréis la plenitud de la vida con paz, alegría y salud de alma y cuerpo.

Mi amor y compasión hacia vosotros es lo que permitió a mi Hijo morir por vosotros y daros Su vida derramando hasta la última gota de Su sangre. Es amor, ¡amor por vosotros, hijos míos!. No quiero que estéis bajo condena sino que os salvéis. Mi amor es el que fue revelado en la vida de mi Hijo Jesús, El era el amor caminando por la tierra y El predicaba el amor y hacía obras de amor que emanaban como perdón, sanaciones y liberación. El está todavía vivo en medio de vosotros y continúa amándoos. El nunca rechaza a nadie que venga a El. Dejando incluso a los noventa y nueve justos, se va en busca del que está perdido, y encontrándole, lo acepta con un cálido beso de amor, sin reprimenda ni castigo, olvidando y perdonando todo su pasado. El tiene este mensaje para ti, “Amaos los unos a los otros como Yo os he amado”.

Hoy el mundo está en violencia e injusticia. Hay guerras y rumores de guerras; ¡hay terrorismo y asesinatos por todas partes!. Nadie respeta o ama la vida, las leyes y se legisla a favor del asesinato incluso de los pequeños bebés en el vientre de sus madres por medio del aborto. Existe la explotación de los pobres y la discriminación de los débiles en el nombre de la raza, el color y el credo. La mujer no es honrada en su dignidad; las mujeres son utilizadas como objetos sexuales en violaciones, adulterios y en la prostitución. Los niños son forzados a trabajar y muchos son maltratados y abusados sexualmente. ¿DONDE ESTÁ AHORA EL AMOR EN EL MUNDO?. El corazón humano es de lo más falso y terriblemente malvado. Todo el mundo lleva consigo en su corazón un almacén de maldad y de bondad de donde proceden los buenos y malos actos. Toda violencia, debilidad o guerra provienen del corazón humano. Vuestros corazones son los que necesitan cambiar. Abrid vuestros corazones y recibid el amor a través del Espíritu Santo y haced explotar la bomba de amor en la  situación actual provocando una revolución de amor. Permitid que la gran cantidad de dinero y  riqueza gastada para amontonar municiones y armas de destrucción y muerte, sea utilizada para los pobres, los hambrientos  y los indigentes.

La Cuaresma comienza con el rito de la ceniza. No es suficiente que marquéis vuestra frente con ceniza, la ceniza tiene el poder de un detergente, dejad que la ceniza penetre en vuestros corazones purgando y purificando vuestro interior y trayendo una auténtica conversión. Permitid que vuestro corazón quede limpio de todo rencor, desamor, envidia, violencia, odio o represalia. Amar a los demás, incluso a vuestros enemigos, como Jesús amó y mostró su amor y compasión por todos. Dejad que la ceniza puesta en vuestra frente os recuerde vuestra nada en esta tierra –sois sólo peregrinos por unos pocos años en esta tierra, venís de Dios y tenéis que volver a El en cuya presencia apagareis y daréis satisfacción a vuestra hambre y sed. ¿Quienes sois vosotros para estar orgullosos de vuestro poder, posición, dinero o riquezas en este mundo?. Desnudos vinisteis a este mundo y desnudos volveréis dejando atrás todo lo que consideráis vuestro. SI, VOSOTROS SOIS SOLO POLVO Y EN POLVO OS CONVERTIREIS

Mis queridos Hijos, quienes poseáis armas y municiones, puede que pistolas o bombas, para destruir a otros y para defenderos, dejarlas de lado, Yo os defenderé a vosotros, a vuestras familias y naciones. YO SOY EL SEÑOR VUESTRO DIOS QUE OS CUIDA Y PROTEGE. Perdonad a todos, incluso a aquellos que os han hecho mal, entonces encontrareis auténtica paz en vuestros corazones; y haced el bien a aquellos que os odian y deseadles el bien y rezar por su bienestar y prosperidad. Esto no significa que debéis rendiros al mal, nada de compromiso con el mal, eso es una falsa interpretación de “poner la otra mejilla”; la no violencia cristiana es responder al mal con el bien “si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, si está sediento, dale algo para beber… no seáis conquistados por el mal sino conquistar el mal con el bien”. No os venguéis de nadie porque la venganza en mía. Coged el arma del amor y la amabilidad con ambas manos y luchad contra toda forma de violencia e injusticia; Yo estaré con vosotros para haceros poderosos y victoriosos.

Mis queridos Hijos, haced todo con amor en vuestro corazón, amor por Mí y amor por vuestros hermanos; porque donde hay amor, ahí estoy Yo presente. De nuevo os digo que hagáis explotar la bomba del amor en esta tierra por medio del perdón, del amor, el servicio y la caridad, de esta manera habrá una nueva tierra en donde la gente vivirá en paz y en prosperidad.
Leed:

Gen 2: 7
Lev 19: 18
Deut 32: 41
Job 2: 21
Sir 37: 16-18; 40: 1-17
Jer 17: 9
Jos 4: 1-3
Mt 5: 38-48; 6: 1-4, 18-21; 8: 12-13; 25: 40: 26: 52
Mc 7: 20-23 
Lc 4: 40-41; 6: 19-45; 15: 20-32; 19: 9-10
Jn 3: 16-18; 6: 35-37; 10: 10; 13: 34-35; 19: 34- 37
Rom 12: 2, 17-21
I Cor 13: 1-10
Gal 3: 13, 23-26; 4: 3-7: 5: 1, 13
Ef 2: 1-10
Col 3: 5-11
Fil 2: 5-11; 3: 17-21
Heb 10: 30
I Jn 3: 1-3; 4: 7-16


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